Probablemente, las flores preservadas sean las más agradecidas en cuanto a cuidados que vayas a encontrar en el mercado. ¿Las conoces? ¿Conoces sus cuidados?
Si bien es sabido que toda decoración, estilismo y diseño de nuestras casas incluye algún tipo de flor (con la intención de hacer de nuestros hogares un lugar "más humano", natural y con "vida"), lo cierto es que no todo el mundo tiene mano con ellas a la hora de sus cuidados. La falta de aptitud, de tiempo y de dedicación, hacen de las flores preservadas la categoría perfecta para las personas que se incluyen en este grupo, ¡nosotras mismas! Si eres de las nuestras, no te preocupes, estás de suerte, pues hemos venido a facilitarte la vida en el mundo floral...
Primeramente, no olvidemos que las flores preservadas son flores naturales, tratadas correctamente para que conserven color, aspecto y, en ocasiones, incluso su olor. Es por eso que, si compramos dos ramos del mismo tipo, no esperemos que sean idénticos pues, como flores naturales, el aspecto, la longitud y la frondosidad pueden variar de uno a otro. Como los humanos, ¡no existen dos ramos iguales!
Ahora sí, finalmente, la parte más sencilla viene con cómo cuidar las flores preservadas, ¡no tienes que hacer nada! Fácil, ¿eh?
Limítate a apartar tus ramos de la luz solar, quítales el polvo de vez en cuando y, por supuesto, no las riegues ¡no lo necesitan! Con estos simples apuntes lograrás que tus flores duren muchísimo tiempo. Lo mires por donde lo mires, son todo ventajas, ¿no te lo parece?