Artículo: Cómo Cuidar tus Flores Preservadas: Tres Reglas Básicas para que te Duren Años
Cómo Cuidar tus Flores Preservadas: Tres Reglas Básicas para que te Duren Años
¿Tienes un ramo de flores preservadas en casa o te han regalado uno y ahora te preguntas cómo mantenerlo tan bonito como el primer día? Estas flores no solo son una opción ideal porque se ven geniales, sino también porque no necesitan apenas cuidados. Con solo seguir algunos consejos muy sencillos, podrás disfrutar de su belleza durante mucho tiempo.
1. Olvídate del Agua
Lo primero que debes saber es que las flores preservadas no necesitan agua. A pesar de que son flores naturales, han pasado por un proceso que les quita toda la humedad para que puedan durar tanto. Así que nada de llenar jarrones con agua; lo mejor es que los pongas secos y sin humedad. De hecho, si vives en zonas con mucha humedad o cerca del mar, ten cuidado con las corrientes de aire, porque podrían condensar humedad y acelerar su desgaste.
2. Nada de Sol Directo
El sol directo es otro enemigo de las flores preservadas. Los rayos UV pueden hacer que pierdan su color y se vean deslucidas con el tiempo. Para que mantengan esos tonos vivos que tanto te gustan, colócalas en un lugar con luz, pero donde no reciban sol directo. Es normal que con el tiempo sus colores se vayan suavizando, pero el sol acelera este proceso, así que mejor mantenerlas a salvo.
3. Limpieza del Polvo con Delicadeza
El único mantenimiento que requieren tus flores preservadas es quitarles el polvo de vez en cuando. No hace falta hacerlo constantemente; basta con que las limpies cuando notes que los pétalos empiezan a verse apagados. Puedes usar un cepillo suave o, si prefieres, un secador de pelo en modo frío a unos 30 centímetros de distancia para eliminar el polvo sin dañar las flores.
Siguiendo estos simples consejos, tus flores preservadas se verán espectaculares por mucho tiempo. Y cuando te apetezca cambiar de decoración, siempre podrás darles una segunda vida regalándolas o redecorando algún rincón de tu casa.
1. Olvídate del Agua
Lo primero que debes saber es que las flores preservadas no necesitan agua. A pesar de que son flores naturales, han pasado por un proceso que les quita toda la humedad para que puedan durar tanto. Así que nada de llenar jarrones con agua; lo mejor es que los pongas secos y sin humedad. De hecho, si vives en zonas con mucha humedad o cerca del mar, ten cuidado con las corrientes de aire, porque podrían condensar humedad y acelerar su desgaste.
2. Nada de Sol Directo
El sol directo es otro enemigo de las flores preservadas. Los rayos UV pueden hacer que pierdan su color y se vean deslucidas con el tiempo. Para que mantengan esos tonos vivos que tanto te gustan, colócalas en un lugar con luz, pero donde no reciban sol directo. Es normal que con el tiempo sus colores se vayan suavizando, pero el sol acelera este proceso, así que mejor mantenerlas a salvo.
3. Limpieza del Polvo con Delicadeza
El único mantenimiento que requieren tus flores preservadas es quitarles el polvo de vez en cuando. No hace falta hacerlo constantemente; basta con que las limpies cuando notes que los pétalos empiezan a verse apagados. Puedes usar un cepillo suave o, si prefieres, un secador de pelo en modo frío a unos 30 centímetros de distancia para eliminar el polvo sin dañar las flores.
Siguiendo estos simples consejos, tus flores preservadas se verán espectaculares por mucho tiempo. Y cuando te apetezca cambiar de decoración, siempre podrás darles una segunda vida regalándolas o redecorando algún rincón de tu casa.
