
Aunque no sabríamos exactamente por qué estación decantarnos, los inconvenientes de la primavera para los alérgicos hacen que propaguemos nuestro amor por el otoño. ¡Y es que es la estación perfecta!
El poder llevar una manga y no sufrir el calor infernal de los veranos, los colores, el ambiente, el significado del fin del verano como que es el “inicio”, nuevo curso, nuevas oportunidades, nuevos retos. Una lista interminable de pros que, junto con la cercanía a la navidad, hace que seamos del equipo de un otoño invencible.
Si por algo podemos reconocer las maravillas del otoño es por la paleta de colores que asociamos a esta estación. Marrones, ocres, tostados, beiges… una gama más que placentera para algunos, y aburrida para otros. Impregnar nuestra casa del olor a otoño es bien fácil si sabemos llevar a cabo algunos puntos fundamentales:
- Guarda todo aquello que huela a mar: las caracolas, las rayas marineras, los corales y todo aquello con ambiente navy muy asociado al verano.
- Desempolva las velas y vuelve a colocarlas en lugares principales. Hay infinidad de diseños y aromas que te transportan al más profundo otoño. Opta por las que vienen en botes de cristal para conservarlas mejor.
- Otoño es sinónimo de calidez por lo que, llena tus sofás de cojines y crea texturas con diferentes tejidos y plaids. ¡no te olvides de la gama de colores de la que hablábamos! No hay nada más acogedor que encontrarse con un sofá bien mullido al llegar a casa. ¡Un placer para todos los sentidos!
- Ayúdate para crear un ambiente otoñal de flores secas. Ramos con el Munni o Star Grass ayudarán a crear ese ambiente confortable que hace que no quieras salir de ahí. Unas simples flores pueden acondicionar toda una estancia, garantizado. ¡Pruébalo y nos cuentas!
- La luz. Recuerda que todo en esta vida depende de la “luz” con la que se mire. Ayúdate de lámparas e iluminación indirecta y tenue que cree ese ambiente tan deseado. ¿Lo visualizas?
Siguiendo estos sencillos puntos, lograrás acondicionar tu casa a esta estación sin a penas esfuerzo. Toca relajarse y disfrutar y, si encima eres cocinitas y sabes hacer galletas…Mmmm ese olor a canela que inunda la casa….